TERAPIA

Terapia Virtual

La psicoterapia a través de videollamada es un campo nuevo que se está desarrollando para satisfacer las diversas necesidades de los pacientes, y que está probando  ser altamente efectivo.

El cuerpo es el centro de nuestra experiencia. La psicología somática nos ayuda a integrar nuestras experiencias inconscientes y a alinear lo que pensamos con lo que sentimos.
Como terapeuta, enseño a mis pacientes a relacionarse plenamente con sus sensaciones físicas y sus emociones para comprender y modificar hábitos, controlar sus niveles de estrés, y resolver sensaciones de ansiedad y depresión.

¿Cómo puede ayudar?

Uno de las experiencias más difíciles que podemos tener como seres humanos es la de sentirnos atrapados en nuestros pensamientos o nuestras emociones. Sentimos pánico y ansiedad, los pensamientos vuelan y nos inundan, y no logramos calmarnos. Otras veces nos sentimos sin energía y no logramos realizar las tareas más simples. A través del trabajo terapéutico podemos identificar estos procesos y desarrollar nuevas redes neuronales que proveen una manera alternativa de responder al entorno sin quedarnos estancados en viejos hábitos y patrones.
Cómo actuamos y cómo nos sentimos en nuestra vida tiene mucho que ver con viejas vivencias, viejas sensaciones irresueltas, y nuestra percepción inconsciente de qué representa una amenaza a nuestro bienestar. A medida que desarrollamos un mayor entendimiento de cómo funcionan nuestras emociones y nuestros patrones psicológicos podemos tomar decisiones con más libertad y responder, en vez de reaccionar, ante los eventos difíciles de la vida.

Los avances en el campo de la neurociencia nos permiten entender cómo diferentes experiencias traumáticas de abuso, violencia, rechazo y descuido impactan nuestro desarrollo en la vida. Para trabajar con estas partes del cerebro usamos técnicas específicas que nos permiten acceder a las memorias implícitas y reprocesar el trauma.
Si alguna vez sentimos angustia, ansiedad, estrés o depresión, sabemos que son sensaciones físicas bastante difíciles de tolerar, y de las cuales no podemos salir usando la cabeza para razonar. El camino es aprender a relacionarnos con estas sensaciones y a regular nuestro sistema nervioso.
A través de ejercicios tomados del mindfulness y diversas prácticas contemplativas podemos aprender a domar nuestra mente, anclarnos en el momento presente, utilizar la respiración para tolerar sensaciones difíciles, y cortar ciclos nocivos.

Basarnos en los recursos y la resiliencia de cada individuo.
La resiliencia es la capacidad de adaptarnos, ser flexibles, y responder al mundo de manera efectiva. El dolor en la vida es inevitable: la resiliencia se trata de poder integrar los eventos traumáticos o dolorosos sin quedar atrapados en ciclos viciosos o inundados por sensaciones irresueltas. 
Como psicóloga, ayudo a mis pacientes a identificar y desarrollar los recursos que tienen para sentirse bien y en calma. A través de estas vivencias desarrollamos una sensación de confianza en el cuerpo y en nuestra experiencia; podemos conectar con las sensaciones dolorosas y empezar a trabajarlas porque sabemos cómo volver a un estado de calma y regulación.
Aprender a identificar la activación de nuestro sistema nervioso y llevarlo a un estado de regulación nos permite relacionarnos con nuestra experiencia sin sentirnos desbordados. Podemos ver claramente y encontrar formas nuevas de responder a las dificultades de la vida. 

La psicología somática integra los métodos clásicos con técnicas que ayudan a procesar sensaciones físicas y emociones que surgen en el momento. Estar más conectados con nuestro cuerpo nos vuelve personas con mayor capacidad de disfrutar, amar y estar en paz. Como resultado desarrollamos mayor resiliencia y adaptabilidad para encarar situaciones difíciles en la vida.
Las sesiones pueden verse similares a las sesiones típicas de terapia, con la diferencia que el foco está puesto en registrar sensaciones físicas, explorar síntomas en el cuerpo, observar movimientos habituales, registrar y trabajar con la respiración, e integrar técnicas de relajación y concentración para reprocesar memorias trabadas.

La terapia EMDR (Reprocesamiento y Desensibilización a Través del Movimiento Ocular) es un abordaje psicoterapéutico integrativo que ha sido investigado extensamente y probado ser efectivo para el tratamiento del trauma. En las sesiones se usa una estimulación bilateral (puede ser con sonidos o con pequeños pulsadores que vibran) para procesar memorias, sensaciones, pensamientos y emociones pertenecientes a las redes neuronales afectadas.
En una sesión de EMDR el paciente comienza hablando de un evento traumático e identificando las emociones, las imágenes y los pensamientos que van surgiendo. El proceso se trata de observar cómo se desarrolla la memoria y de permitir que surjan recursos y diferentes modos de relacionarse con el evento. 
A través de EMDR se pueden tratar temas relacionados con pánico, ansiedad, estrés post-traumático, violencia, abuso sexual, autoestima, fobias, accidentes, miedo y depresión. 

Terapia virtual

Con el objetivo de ofrecer este tipo de psicoterapia a un amplio rango de personas trabajo a través de videollamadas. Varios de mis pacientes son personas que viven en áreas remotas, que viven en áreas en donde se habla otro idioma, que viajan con frecuencia, o que viven en áreas donde la psicología somática no está desarrollada. La psicoterapia a través de videollamadas es un campo nuevo que se está desarrollando para satisfacer las diversas necesidades de los pacientes, y que está probando ser altamente efectivo.

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Para las personas interesadas en comenzar este camino ofrezco una primer entrevista virtual para conocernos y hablar en mayor profundidad de lo que están buscando.

Lic. Ana Tempelsman

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